Un grupo de 22 alumnos desde 3º de Eso hasta 2º de Bachilleraro del Ies Cairasco de Figueroa vivieron la aventura de viajar a Francia en la semana previa a Semana Santa. Fue un recorrido por el pasado, el presente y el futuro, con una importante dimensión cultural, pero también humana. Además de conocer y aprender, desarrollaron su autonomía y su capacidad para compartir, convivir y ejercer la responsabilidad individual.
Problemas ajenos a la organización obligaron a volar un día después de lo previsto. Eso permitió al grupo alojarse junto a la playa de Las Canteras y visitar El Confital, para conocer algunos de sus valores culturales, como el yacimiento aborigen o los restos de  las construcciones militares de la Segunda Guerra Mundial, las salinas y las pesquerías ubicadas en la zona.
Ya en Francia, el primer destino fue Burdeos, donde recorrieron parte del casco viejo, como La Place de la Bourse, los muelles del río Garona o el barrio de los anticuarios, visitando la iglesia neogótica de San Luis.
Fue una forma de acercarse a la historia que iban a poder vivir más de cerca en el parque temático de Puy du Fou. Recreaciones muy realistas de distintas etapas históricas, donde no faltaron, entre otros, espectáculos de cetrería, batallas medievales, sorpresivos ataques
vikingos, gladiadores y cuadrigas en el circo romano o inmersivas experiencias en la vida de trinchera en la Primera Guerra Mundial o en un barco del siglo XVIII, con hundimiento incluido.
Ya en la zona del río Loira, cuna del feudalismo europeo, con 80 castillos declarados de interés turístico, visitaron uno de los más representativos, el de Chambord. De estilo renacentista y vinculado a la realeza francesa y a Leonardo Da Vinci, a quien se relaciona con el original diseño de su escalera central: dos personas pueden subir y bajar al mismo tiempo sin llegar a cruzarse ni a verse.
El espíritu de Da Vinci y una buena colección de sus obras se encuentra concentrado en el Chateau du Clos Luce, donde el genio italiano pasó los últimos años de su vida. La visita a este castillo permitió conocer su forma de vida y experimentar con algunos de sus inventos más famosos, construidos a escala humana en los jardines del recinto.
En Tours, disfrutaron de un paseo nocturno hasta la catedral gótica -una de las más bellas de Francia- la orilla del Loira y la ciudad vieja, donde se concentra la animación de esta ciudad universitaria. No faltaron las sorpresas, como el inesperado concierto de piano que pudieron disfrutar en la histórica estación de ferrocarril.
La puerta al futuro y la tecnología llegó con la visita al parque de Futuroscope. Una larga jornada de experiencias en 3D y simulaciones hiperrealistas, combinadas con atracciones robóticas y juegos de todo tipo, que ponen a prueba las leyes de la física.
La última etapa de este tour, ya en España, permitió dar un paseo por el casco viejo de Bilbao, su ría y el museo Guggenheim. Buen colofón para un viaje organizado por el Departamento de Francés y que, como todo buen viaje que se precie, quedará en el recuerdo de los que lo vivieron como una auténtica aventura.